Recibí un legado familiar que fue concebido en otra época, con una forma de vivir muy diferente a la actual. Por una parte, sé que es una arquitectura muy noble y sólida y que ha perdurado sin grandes complicaciones hasta el día de hoy.
Sin embargo tiene aspectos que hoy no son prácticos o cómodos como los baños, la cocina que está en la otra punta del comedor, las cañerías viejas. Falta de luz en algunos sectores, es bastante antiguo el concepto de seguridad y la distribución está muy sectorizada.


Consulté a diferentes profesionales que me plantearon soluciones parciales a los problemas que yo les mostraba, hasta que un día buscando en Instagram sobre viviendas históricas, encontré un estudio especializado en Patrimonio Edilicio. Estrategias de Intervención®. Tomé contacto con ellos y vinieron a ver mi casa. Realizaron una visita técnica (así lo llamaron ellos). Muy rápidamente encontraron soluciones para cada una de las problemáticas que yo les iba mencionando y además ellos parecían conocer más mi casa que yo misma. Trajeron un instrumental como los médicos y realizaron algunas mediciones sobre los muros. Es más descubrieron con solo observar algunas humedades, el origen de la entrada de agua. Me mostraron que tengo un gran abanico de posibilidades para recuperar el valor de mi propiedad y obtener una buena calidad de vida, proporcionando a la casa, nuevas condiciones de confort, tecnología, seguridad, más acordes a la vida actual.
En mi caso particular lo que propusieron fue realizar una Puesta en valor de mi casa histórica.

Ellos desarrollaron diferentes servicios para la recuperación de las edificaciones históricas, a partir de la experiencia que han atesorado en sus 25 años de trayectoria. Además trabajan con una planificación, una metodología que hace muy llevadera cada etapa, con costos accesibles. Van trazando objetivos concretos que se van cumpliendo por fases o etapas. Así lo explican.

Lo importante como conclusión de mi mensaje es que valoremos el patrimonio, es muy valioso único e irrepetible, tiene toda nuestra historia e identidad, y aggiornado con las posibilidades tecnológicas y funcionales actuales, genera las mejores construcciones de la actualidad. Y la mejor calidad de vida para uno mismo y para el entorno.

Escribo estas lineas, para animarlos en el camino de darle un uso activo a sus viviendas o inmuebles patrimoniales, desde mi experiencia.

Yo recibí de mis abuelos, una vivienda histórica, que fue muy importante para la familia. En muchas ocasiones, mi casa histórica, la disfrutaba con eventos, sin embargo, resultaba una carga económica, la tenía que mantener, los gastos de impuestos, el jardín prolijo, en fin una suma de dinero que se convirtió en una carga.

Mi idea era, poder revertir este sistema de gastos, por uno de ingresos.
El proceso de transformación se inició, luego de realizar un viaje por Europa, y alojarme justamente en viviendas históricas. Una vez en Buenos Aires, pude ver mi casa con otros ojos, con otra visión.Contacté con los Arquitectos, Andrea y Ricardo, expertos en edificaciones antiguas, para saber si mi casa servía para ese uso específico. Ellos alentaron mi idea y me mostraron todas las ventajas y potenciales que tenía mi vivienda y sobre todo, cual era la estrategia para lograrlo.

Tuvimos que hacer algunos mínimos ajustes y presentarla de la mejor manera, pero realmente todo estaba a la vista. La belleza de los ambientes interiores, los materiales nobles, todos los detalles y sobre todo la identidad e historia que poseen todas estas edificaciones. Me emocionaba mucho la idea de poder hacer funcionar mi vivienda como una especie de hotel boutique.
Y qué así como un día, luego de acondicionar mi casa para futuros huéspedes, comencé a recibir una renta en dólares muy importante, que pasó a ser mi sustento económico principal.

La convirtieron en una experiencia única y cultural, para todo aquel que la visitaba, digna de recordar.
Todo este proceso de cambio llevó un tiempo, pero hoy tengo una economía próspera y soy feliz compartiendo de esa manera mi legado histórico.

Muchas cosas han sucedido, hasta que decidí tomar acción para comenzar a resolver los problemas que tenía mi casa histórica. Algunas decisiones se fueron dilatando y fue lo peor que pude hacer, ya que por no tomar decisiones, no resolver, mi patrimonio se desmejoró en forma acelerada. Las humedades crecieron, y la consecuencia de esas humedades, deterioraron pisos, y también algunos muros.

Finalmente conocí a los arquitectos de Estrategias de Intervención®, y comenzamos a diseñar un plan de acción, se presentó ante mi una idea clara y precisa de que debía tomar acción. Fui consciente de que tenía un problema, y que el tiempo no lo solucionaba solo porque pasara.

Tomar acción era la mejor decisión que podía elegir. Para ello hicimos un proyecto de intervención, y lo que planificamos en ese proyecto, simplificaba mucho todas las problemáticas. Primero porque la propuesta estaba muy analizada, clasificada por tipo de patologías y en 4 fases muy determinadas, con plazos y precios accesibles, según mis posibilidades.

Al comenzar la obra todo se fue ordenando y consolidando. Muy pronto comencé a sentir una mejor calidad de vida. Y también a ver la belleza de los espacios que siempre estuvo allí, oculta tras los velos del deterioro, causado por el tiempo y el abandono.


Mi consejo es que te ocupes de solucionar tus problemas y con la ayuda de especialistas. No trates de improvisar, porque muchas veces las malas soluciones traen mayores inconvenientes. Y también que lo que invertís en una casa siempre vuelve con creces.